Ayer por la mañana, nos atrajeron los desesperados maullidos provenientes de los arbustos cerca de nuestra oficina. Al investigar, descubrimos a un gatito frágil. Conmovidos por su situación, la colocamos suavemente en una caja forrada con una manta suave y le dimos fórmula de leche de cabra, algo de comida para gatos y una golosina para gatos. Aunque logró comer un poco y pasó dos pequeños excrementos por la tarde, permaneció apática, acostada en su cama improvisada.
Preocupados por su salud, la llevamos al veterinario hoy al mediodía. El examen fue difícil; debido a su estado debilitado, se necesitaron varios intentos para extraer sangre, y cada grito de dolor nos desgarró el corazón. El veterinario determinó que es una joven hembra, severamente desnutrida y anémica. Le recetaron suplementos, pasta nutricional y comida para gatitos, y realizaron un tratamiento de desparasitación.
Al regresar a la oficina, compramos una pequeña jaula para mantenerla segura y cómoda. A pesar de nuestros esfuerzos, se quedó allí, exhausta y débil. Estábamos profundamente preocupados de que no sobreviviera. Con mucho cuidado, usamos una cuchara para alimentarla con la pasta nutricional y un poco más de comida para gatos, rezando para que mostrara signos de mejoría por la mañana.
La respuesta de nuestros colegas ha sido abrumadora. Todos contribuyeron, ofreciendo apoyo financiero y ayuda práctica. La preocupación colectiva y las oraciones sinceras por su recuperación han sido verdaderamente conmovedoras. Inspirados por su espíritu resistente y el aura mítica que emana, nos unimos a su alrededor.
Ver a este pequeño gatito luchando pero tratando de resistir es tanto desgarrador como inspirador. Cada pequeño signo de mejoría se celebra, y cada retroceso se enfrenta con una renovada determinación. Hemos establecido un horario para asegurarnos de que reciba cuidados las 24 horas, con todos turnándose para revisarla, alimentarla y brindarle consuelo.
En la oficina, ella se ha convertido en un símbolo de unidad y compasión. Su presencia ha sacado lo mejor de todos, recordándonos el poder del esfuerzo colectivo y la empatía. Desde pensar en las mejores maneras de cuidarla hasta compartir historias de rescates anteriores, su viaje ha fortalecido nuestro vínculo como equipo.
Somos optimistas de que con cuidados y amor continuos, ella se recuperará y prosperará. Su resistencia ya ha dejado una huella duradera en todos nosotros. Esperamos con ansias el día en que pueda jugar y explorar, mostrándonos el verdadero espíritu de supervivencia. Hasta entonces, seguimos comprometidos a hacer todo lo posible para apoyarla. Mantente fuerte, pequeña; eres amada por muchos, y creemos en tu fuerza.