Recibimos información en línea sobre una gata herida. Nuestro equipo fue a revisar la parte trasera de un contenedor de basura. Había una caja de cartón húmeda. ¿Dentro? Una gata calicó: piel y huesos, apenas respiraba. La llamamos Luna. Se sentía como una pequeña luz en la oscuridad.
Ayuda de emergencia
Luna estaba claramente muerta de miedo. Sus heridas estaban infectadas. Su pelaje estaba sucio y pegajoso. Le costaba respirar. La llevamos de urgencia al veterinario. El veterinario dijo que había sido maltratada, probablemente por personas que dañan a los perros callejeros para "limpiar" las calles.

Recuperación lenta
Durante semanas, Luna recibió atención. Los veterinarios le limpiaron las heridas. Le dieron medicamentos para combatir la infección. La vigilaron constantemente. Nuestra arena aglomerante para gatos también ayudó. Los veterinarios dijeron que necesitaba una arena suave y sin polvo. La nuestra es hipoalergénica e inodora. La arena suave no le causó dolor al orinar. Una pequeña victoria, pero enorme para su confianza.
Aprendiendo a sentirse segura
Al principio, Luna se estremecía con cada roce. Sus ojos seguían asustados. Pero a medida que su cuerpo sanaba, su corazón también. Le dimos un hogar tranquilo con arena antiolores. Limpia. Tranquila. Luego, las cosas cambiaron:
Ronroneaba cuando la alimentábamos a mano
Golpeaba los juguetes de plumas
Una mañana, le dio un empujoncito a la mano de su cuidadora
Ahora Luna es nuestra mascota no oficial. Nos recuerda: todos los animales merecen cariño.

Por qué es importante
Más de doscientos millones de animales callejeros se enfrentan a riesgos a diario: maltrato, envenenamiento, abandono. Si ves a un animal en peligro:
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Los pequeños gestos suman. La prueba es Luna.
