Por Qué Nunca Deberías Abandonar a tu Gato

Seamos realistas: abandonar a un gato es demasiado común y las consecuencias son siempre desgarradoras.

Para empezar, ¿por qué tantos gatos abandonan la calle?

Muchos nos aferramos a un gato simplemente porque es adorable y esponjoso, como si nos subiéramos a la moda, no porque nos encante. Una vez que la novedad pasa, o cuando entienden que cuidar de un gato requiere esfuerzo, simplemente lo abandonan. Algunos dueños nunca comprenden del todo que un gato es un compromiso para toda la vida. Cuando la vida se pone difícil, su primera decisión es abandonarlo, preguntándose si eso arreglará las cosas.

Luego están las facturas del veterinario: los gatos se enferman fácilmente y estos gastos se acumulan. Algunas personas prefieren abandonar a un gato enfermo antes que pagar por su cuidado. Y a veces ni siquiera es a propósito: los gatos son pequeños y curiosos alborotadores, así que un salto equivocado por la ventana a explorar, ¿y si no encuentran el camino de vuelta? Son gatos callejeros.

¿Qué le pasa a un gato cuando lo dejas?

La vida en la calle es brutal. Los gatos de interior no tienen ni idea de cómo sobrevivir: luchan por encontrar comida y a menudo mueren de hambre. Los recursos son escasos, así que los gatos callejeros actuales pueden unirse contra los nuevos para proteger su territorio y comida, dejándolos heridos... o peor.

Una gata sin castrar puede tener muchos gatitos, lo que simplemente alimenta a más gatos callejeros, lo que causa problemas a toda la comunidad, incluso asustando a la gente. Los refugios ya están abarrotados; más gatos significa que no pueden atender a todos.

Y no lo olvidemos: los gatos aman a sus dueños. Ser abandonados los destroza. Muchos se sienten tan tristes que incluso mueren de depresión. Después de esa traición, un gato amigable puede cambiar: se asusta, se pone nervioso o se enoja. Deja de confiar en las personas y algunos incluso pueden arremeter.

Adquirir un gato es una gran promesa. Deshacerse de él solo causa sufrimiento, más extravíos y una pérdida de confianza. Si ya no puedes con tu gato, haz lo correcto: búscale un nuevo hogar o llama a una organización de rescate. No lo dejes solo.

es_ESEspañol